
Zuku in Meñakoz by Kantauriko Olatua

Kantauriko Olatua shooting her friends “Elo” and Jesus “Gis”

Kantauriko Olatua, Pauloski (on the bottom right) in Meñakoz by Abra Cadaver
The spell of the sea by Kantauriko Olatua

Portrait by Richard, Fuel Surf
Traducción
Con el pensamiento de una ingeniero y el espíritu de una artista, Kantauriko Olatua captura con su objetivo mágico las aguas y olas del mar Cantábrico. Siempre conectada con el mar, fue en 2013 cuando las mareas del Cantábrico arrastraron a Paula Odriozola aka Pauloski (la pupila de Kantauriko Olatua) mar adentro donde las olas forman su pico. Desde el momento en que Pauloski vio unas imágenes de surf de Indonesia con olas y tubos perfectos y escuchó el entusiasmo con el que un buen amigo suyo describía esas olas, quedó cautivada y no lo dudó ni un segundo. Al día siguiente cogió una cámara sumergible de piscina que tenía sin estrenar, un neopreno olvidado de los años de la ESO y unas aletas prestadas de la escuela de surf Peñatxuri en Sopelana. Esa fue su primera y mejor sesión de fotos en el agua. “La corazonada que tuve fue volcánica, una erupción mágica. El mar me abrazó y me hechizó”, comenta Pauloski.
Con intrépido entusiasmo, su localidad favorita para fotografiar es el surf spot de olas grandes Meñakoz. “Es muy especial”, se ríe. “Aparte de una belleza peculiar, con rocas de diferentes materiales y formas, es un lugar donde se percibe una vibración diferente a otros lugares. Es calma, es energía, lo tiene todo”, añade. Todavía quedan muchos lugares a los que Pauloski le gustaría fotografiar, pero hay un lugar en especial entre todos: las islas Mentawai en Indonesia. Las olas de Mentawai son la razón por la que empezó su aventura con Kantauriko Olatua.
La mayoría de los fotógrafos que Pauloski admira e inspiran su trabajo están ubicados en el País Vasco. Igor Bellido, Pacotwo o Jon Aspuru son algunos de los profesionales a los que sigue y con los que comparte visiones. Hoy en día, podemos decir que los hombres superan en número a las mujeres en el arte de la fotografía de surf. Sin embargo, ser la única mujer en el agua entre más de 100 hombres no es algo que le preocupa demasiado. No es muy usual ver a otras mujeres en el agua con una cámara, pero “lo poco habitual es precisamente lo que me fascina. Siento que todos somos animales marinos y estamos ahí disfrutando del mar y las olas”, afirma Pauloski.